Despertar melanco, magnifico [Nessie]

Al despertar lo primero que sintió fue la fuerte lluvia que caía sobre el techo de su casa, no quería ir a la escuela y definitivamente no lo haría, era uno de esos días en que se encontraba deprimido y que no podía aparentar ser una cosa que no es así que simplemente se levanto de la cama, saludo con la mirada a sus abuelos los que se encontraban sentados en el sofá viendo sin ver la televisión, sus tíos.. no sabia donde estaban. La noche anterior había oído hablar a sus tías que Irian de compras y por ende, como siempre o casi siempre, Emmett y Jasper no se salvarías de acompañarlas.

Siguió con su rumbo, lo pies arrastrándolos sin hacer ruido por el perfecto piso bien lustrado de la casa, con la cabeza cabizbaja, con sus típicas ojeras pero esta ves mas pronunciadas que antes, no había podido concebir el sueño y se había quedado despierto hasta.. las 3 o 4 de la madrugada. No dio explicaciones del por que no iría a la escuela hoy, sus abuelos sabían que cuando el estaba así no tendría por que discutirse del tema, no quería ir y punto ¿Qué daño haría faltar una ves? Ninguno, tal ves se perdería la “magnifica” clase de biología que explicaba la evolución de hombre, ya se la sabia de memoria.

Se sentó en el banco que estaba al frente el hermoso piano negro, el cual usaba muy a menudo pero esta ves era para tocar una triste melodía… una partitura que había encontrado hace tiempo entre tantos papeles que en su interior decía “Isabella” había supuesto que era de su difunta madre por lo que inmediatamente lo guardo entre sus cosas como un objeto invaluable y que debes en cuando lo sacaba para empezar a tocarlo… la mayoría de las veces cuando estaba solo pero ahora ya ni le importaba que estuvieran sus abuelos en la sala de estar. Empezó a tocar, muy temprano era pero no tenia ganas de dormía y tal ves... Tenía la necesidad de tocar esa melodía.

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Había pasado una mala noche. Sueños extraños, ojos que se abrían y emanaban destellos rojos, no me había dejado pegar ojo más de dos horas seguídas. Estaba segura de que tenía que ver con todo lo que estaba sucediendo en el pueblo últimamente. Todos esos Volturis correteando por las calles sin ninguna razón aparente...No me gustaba ni un pelo. Fue, más o menos, sobre la hora de la comida cuando escuché los coches de tía Alice y tía Rose, cuando abrí los ojos. Cuando el sonido de los coches se apagó, una lenta música inundó toda la casa.

No era el primer día que me despertaba aquella bonita melodía del piano. Alguna vez había escuchado a papá tocarla en el piano, pero me habían recormendado dejarlo sólo entonces. Aunque esta vez no sonaba igual que cuando la tocaba mi jóven padre Edward; a Orión también le gustaba la música, y concretamente aquella canción, por lo que deduje que era él quien tocaba.

Entrebrí la puerta que llevaba a la sala del piano y observé a mi hermano tocando el hermoso piano de cola de mi padre. Me apoyé en el marco de la puerta y escuché en silencio.

Abrí la puerta un poco más y entré dentro de la habitación, cerrando la puerta trás de mi. Prefería que los abuelos no escuchasen nada por ahora, aunque probablemente sus oídos ya habrían oído todo lo que estaba sucediendo allí.

-Sólo escuchaba -respondí, uniendo mis manos tras mi espalda y dando pequeños pasos hasta dónde él se encontraba. Después me apoyé en el piano.-No es la primera vez que la oigo -señalé brevemente el piano con una mano.-Me refiero a la canción.

Mi voz sonaba suave, tranquila. No me gustaba alzarla demasiado en aquella estancia. Estancia en la que sabía que nuestra madre había estado junto a nuestro padre muchas veces. Aunque comenzaba a arrepentirme por haber entrado en la habitación; probablemente acabaríamos discutiendo, como de costumbre.