Soy bienvenida

El atronador sonído del despertador no me despertó de repente, pero poco a poco fue escuchándose más y más alto, hasta que alargué mi blanquecino brazo y lo paré de un manotazo.
-Uhmm... -murmuré al tiempo que estiraba todas mis estremidades y me desperezaba con tranquilidad.
Era domingo y no tenía ninguna prisa por prepararme para ir al instituto, pero lo cierto era que me gustaba despertarme con tiempo para hacer mis tareas.

Segidamente me levanté y descorrí las cortinas; el día se presentaba tan nublado y húmedo como de costumbre, además parecía hacer bastante frío. Fué cuando tenía intención de darme una ducha antes de bajar a desayunar, cuando el timbre de la puerta, abajó, campaneó brevemente. Me pareció raro; normalmente nadie de la familia precisaba llamar al timbre para entrar a la casa, y no era muy común recibir visitas, así que sólo se me ocurría una cosa:

- ¡Jacob! -jadeé al tiempo que salía apresuradamente de mi habitación, aun en pijama y peinandome el pelo con los dedos.

Bajé rápidamente las escaleras que llevaban a la entrada y abrí la puerta de golpe, sonriendo de oreja a oreja. Ni siquiera había tenido en cuenta que la persona que había llamado a la puerta no olía como Jacob.

-Oh, vaya -dije, separando cada palabra por varios segundos de tiempo.- ¿Qué desea? -pregunté, visiblemente decepcionada.

Sí, decepcionda. Había sido tan estúpida de pensar que ésta vez sí que sería él...Pero de todas formas lo importante ahora era esa chica de cabellos rojos, quien portaba un olor muy parecído al que yo debía de tener. Obviamente era hibrida.

Sonrei levemente al ver a la chica que me habia abierto la puerta y eso me dejaba notoriamente al descubierto, que le diria o simplemente me dejaria llevar por lo que era y no por lo que sentia asi una familia de la cual solo sabia por los escritos de mi padre en un pequeño diario.... Caye por unos segundos limitandome a sonreirlel. Ella debia ser Renesmee o eso me parecio, su olor era tan identico al mio que me sorprendio por leves segundos, ya que jamás habia estado en presencia de alguien como yo.

~Hola, bueno me llamo Isabella y te sonara raro pero... llegue aqui con el fin de conocer a otro como yo, le dije mirando el suelo y mordiendo mi labio inferior ya que estaba temerosa de un rechazo o que me dejaran por loca.

No supe cual fue la razón exacta de mi repentino nerviosismo. Quizás que el nombre de la muchacha era idéntico al de mi difunta madre, o pudo ser la razón de que estuviese aquí. El caso es que no supe que decir, y hablar, normalmente, no solía ser un problema para mi.

-Am, pues... -una sonrísa ligera y algo forzada se dibujó en mi rostro-Pues parece que es tu día de suerte -reí nerviosamente y abrí los brazos exibiendo mi precioso pijama de ositos (??), cómo diciendo: Aquí me tienes.- Me llamo Renesmee Cullen y...Soy como tu.

Decidí bromear porque si no el nerviosismo me habría devorado viva. La chica parecía absolutamente de fiar, y a juzgar por su comportamiento, ella no se sentía como en su casa.

Abrí la puerta completamente y la animé a pasar.
-Adelante, ee... Isabella. -me costó, pero pronuncié su nombre de una tirada.